sábado, mayo 31, 2008




.

la música del sol




Eurídice caminaba en la penumbra, guiada sólo por una lejana música que la nombraba, fascinándola con tiernas promesas de inmortal fidelidad.

¿Qué extraña deidad disipa la niebla sólo con el tañido de su fender stratocaster? ¿Quién es aquel que hace palpitar a las piedras y dibuja el camino para que Eurídice, la novia del sol, regrese a la luz? –preguntó ella en voz altisonante, consustanciada con todo cuanto podía sentir.

Un corro de cervatillos dejó una estela de vapor iluminado en el follaje para que advirtiera el camino a seguir. Ningún sueño sin sueños de Amor, musitó bajo el influjo del verbo sol aquel, irresistible. Se dejó ir hacia él. ¡Dios, qué música tan maravillosa! El surround polifónico del viejo marshall hizo vibrar hasta el diminuto corazón de una lombriz.




jueves, mayo 29, 2008





Una niña sonríe delante del poema escribiéndose


Preguntándonos

A dónde lleva la paternidad

Afuera

La ciudad trepida como un artefacto descompuesto

Llueve

El mundo es feliz

Al menos alguien nos entiende.

martes, mayo 20, 2008



El hada cibernética electrizó al Principito
Le dijo
HÁGASE LA LUZ
Y él
Regresó a la vida
Convertido en niño de-carne-y-hueso



domingo, mayo 18, 2008







the dream is over





Hace un momento hablaba con un amigo, un individuo un tanto extraño, oscuridad y luz a la vez, aunque luz distorsionada, que no hace sino referirse a una cierta verdad -un discurso- de cierto grupo de 'iluminados' instituídos (¡oh, 'locos de Dios'!) que lo eligieron como su discípulo, dada su 'nobleza' moral e intelectual para continuar a través de él su verdad -finalmente- absoluta, pues bien es cierto que el maestro escoge al discípulo, que la verdad se revela a unos pocos elegidos, que el universo complota en favor nuestro, no lo olvides, que yo solo podría haber redactado todos los libros de Paulo Coelho, ¿no es cierto, no es cierto?



Ese breve, pero extenuante encuentro (pues siempre es para lo mismo, para restregar su iluminación y su dios en mis anteojos, nunca para un 'te deseo suerte, amigo' sincero) me evocó el título de la última publicación de Álvaro Vargas-Llosa, 'El regreso del idiota', aunque agregando el adjetivo 'eterno' al sustantivo 'idiota' (sin alusión al tratado de Mircea Eliade*), para evidenciar el background político de la fe ciega o la creencia mística.
.


Max Heindel, dijo una vez Una persona se apodera con avidez de cualquier nuevo esfuerzo filosófico tratando de ver en qué proporción sostiene sus propias ideas. Para tal persona la filosofía en sí misma es de poca importancia. Tendrá valor si vindica sus propias ideas. Si la obra satisface sus esperanzas en ese respecto, la adoptará entusiastamente y se adherirá a ella con el más irrazonable partidismo; si no, probablemente arrojará el libro con disgusto, como si el autor le hubiera hecho una injuria personal.
.


Y precisamente, ese tipo de persona -intolerante, cínica y prejuiciosa-, se ha mantenido desde la edad media hasta nuestros días, bajo diferentes nombres y apariencias, tanto en recintos virtuales como históricos, buscando qué armonía destruir, qué página boicotear o a qué mujer hacer llorar. Porque en el fondo no es una mente filosófica ni científica la que desdeña alguna forma de expresión, sino más bien un alguien buscando restituir un estado perdido o arrebatado en el 'principio' o génesis de su psique desconcertada, como Silvio Rodríguez en su canción El Unicornio, pero sin el caracter moral de su personaje, claro, sino más bien con el perfil maquiavélico de un perfecto idiota latinoamericano.




Le comenté que escribiría algo sobre Babe I love your way, y se burló. Le conté que encontré una lectura diferente, después mucho tiempo, en esta canción, y se burló.




En verdad prefiero la jalea lennonista de Frampton a la hiel surrealista de Floyd. ¿We dont need no education? Adefesio, Floyd no puede ser el mejor grupo del mundo porque compuso la peor canción del mundo.
.

.

I can see the sunshine in your eyes. ¿Qué mejor mantra que esta sola frase?

La nostalgia no da tregua, no esta noche.



_______________________________

(*) El mito del Eterno Retorno

miércoles, mayo 14, 2008







Ejercicio para transcender la dualidad





Ser un testigo del ser consciente puede prolongarse durante la vigilia, el sueño onírico y el sueño profundo. El Testigo se halla totalmente accesible en cualquier estado, incluyendo tu propio estado de consciencia de este mismo instante. Así que les voy a guiar hacia ese estado, utilizando lo que en Budismo se llama “instrucciones indicativas”. No voy a intentar conducirles a un estado de consciencia diferente, a un estado de consciencia alterado o a un estado diferente de lo común. Simplemente, voy a destacar algo que ya está ocurriendo en tu estado actual, presente y habitual.

.



Así que comencemos por tomar consciencia del mundo que nos rodea. Mira al cielo, y simplemente relaja tu mente; deja que tu mente y el cielo se fundan. Observa las nubes que flotan. Toma nota de que esto no requiere de esfuerzo alguno de tu parte. Tu estado de consciencia actual -en el que flotan estas nubes- es algo muy simple, muy fácil, que no requiere de esfuerzo, espontáneo. Simplemente toma nota de que, sin mediar esfuerzo alguno, tomas consciencia de las nubes. Lo mismo ocurre con esos árboles, esas aves y esas rocas. En forma simple y sin esfuerzo, tomas conciencia de todos ellos.





Observa ahora las sensaciones presentes en tu propio cuerpo. Puedes tomar consciencia de cualquier sensación corporal que se halle presente ahora: quizás la presión del mueble, quizás el calor en el abdomen, quizás una tensión en tu cuello. Sin embargo, aún si estas sensaciones fuesen de tensión, puedes tomar consciencia de ellas con facilidad. Estas sensaciones surgen en tu consciencia presente, y esa consciencia es muy simple, fácil, relajada, espontánea. Eres un testigo, sin esfuerzo y sin dificultad.





Observa los pensamientos que surgen en tu mente. Puede que observes diversas imágenes, símbolos, conceptos, deseos, esperanzas y temores, todos los cuales surgen espontáneamente en tu consciencia. Surgen, permanecen unos instantes y luego se van. Estos pensamientos y sensaciones surgen en tu consciencia de este momento, y esa consciencia es muy simple, relajada y espontánea. Sin esfuerzo ni dificultad, eres un testigo de todo ello.





Así que observa: puedes ver flotar las nubes porque no eres esas nubes, eres quien las está mirando. Puedes sentir sensaciones corporales porque no eres esas sensaciones: eres el testigo de esas sensaciones. Puedes ver cómo flotan los pensamientos porque tú no eres esos pensamientos -sino un testigo de su presencia-. En forma natural y espontánea, todas estas cosas surgen, por sí solas, en tu darte cuenta presente, sin que medie esfuerzo de tu parte.





Y entonces, ¿quién eres tú? No eres los objetos de allá afuera, no eres las sensaciones, no eres los pensamientos -sin esfuerzo, eres un testigo de la presencia de todos éstos, de modo que no eres ellos. ¿Quién o qué eres tú?





Dilo de este modo para ti mismo: tengo sensaciones, pero no soy esas sensaciones. ¿Quién soy? Tengo pensamientos, pero no soy esos pensamientos. ¿Quién soy? Tengo deseos, pero no soy esos deseos. ¿Quién soy?






Así que retrocedes hacia la fuente de tu propia consciencia. Retrocedes hacia el Testigo, y descansas en el Testigo. No soy los objetos, no soy las sensaciones, no soy los deseos, no soy los pensamientos.

.

.

Pero entonces, por lo general las personas cometen un gran error. Creen que, si descansan en el Testigo, van a ver algo o sentir algo, algo realmente exquisito y especial. Pero no verás nada. Si ves algo, se tratará simplemente de otro objeto: otra sensación, otro pensamiento, otra sensación, otra imagen. Sin embargo, todos éstos son objetos: no eres ninguno de éstos.

.

.
No es así: mientras descansas en la realización del Testigo -no soy los objetos, no soy las sensaciones, no soy los pensamientos- todo lo que observarás es una sensación de libertad, una sensación de liberación, una sensación de alivio… alivio de la tremenda limitación que implica el identificarse con estas pequeñeces, pequeños objetos finitos, tu pequeño cuerpo, pequeña mente y pequeño ego, todos los cuales son objetos que pueden ser vistos y, por lo tanto, no son Aquél que ve, el verdadero Yo, el Testigo puro, aquél que realmente eres.
.
.

.

Así que no verás nada en especial. Lo que surja está bien. Las nubes flotan en el cielo, las sensaciones flotan en el cuerpo, los pensamientos flotan en la mente -y, sin esfuerzo, tú eres testigo de todo esto-. Todo esto surge espontáneamente y sin esfuerzo en tu consciencia presente. Y esta consciencia que es testigo no es, en sí, nada específico que puedas ver. Es, simplemente, una gigantesca sensación de libertad -o de vacío puro- en el trasfondo. Y en ese vacío puro -que es lo que eres- surge el mundo entero de lo manifiesto. Tú eres esa libertad, esa apertura, ese vacío -y no alguna de las cosas que surgen de allí-.

.

.

Descansando en ese atestiguar vacío, libre, fácil y carente de esfuerzo, observa que las nubes surgen en el amplio espacio de tu consciencia. Las nubes surgen en tu interior -tan así es que puedes saborear las nubes, eres uno con las nubes-. Es como si estuviesen a este lado de tu piel… están tan cerca. El cielo y tu consciencia se han vuelto uno solo, y todas las cosas en el cielo flotan sin esfuerzo a través de tu propia consciencia. Puedes besar al sol, tragarte la montaña… están así de cercanos. El Zen dice, “Tómate el Océano Pacífico de un solo trago”, y eso es lo más fácil de hacer cuando adentro y afuera ya no son dos, cuando sujeto y objeto no son dos, cuando el que mira y lo mirado son Un Solo Sabor Único.




Ken Wilber (U.S.A., 1949), Filósofo

martes, mayo 13, 2008



.

heroes and villains

experience




Brian Wilson no es el mejor cantante del mundo, pero sí un genial compositor. Obsérvese que las canciones escritas por él son simples, nada enrevesadas, a lo sumo los suspiros de un jovenzuelo en el clímax de una equis circunstancia, nada tan complejo e inquietante, en alguna ciudad del orbe, al azar. Quizá por eso los Beatles admiraban a los Beachs, porque los hechos pueriles narrados en canciones tienen la propiedad de transportarnos -casi sin percibir concientemente cómo- a través de las esferas de significado de todo cuanto sucede, que generalmente no percibimos, que se comparte -finalmente- en relación con el espacio.

Puedo imaginar, por ejemplo, las escenas de Odisea 2001, la llegada del Hombre a la Luna, un video de Smashing Pumpkins en mute, un viaje astral en la media noche o ir a la playa en un Datsun del setenta escuchando el Shut Down de los B. B., algo que difícilmente podría describirse del mismo modo escuchando el A Hard Day's Night, que se desliza mejor en otros recintos -o surcos- de la mente, en un 'irse de putas' por el centro de la ciudad un sábado por la noche, por ejemplo.


jueves, mayo 08, 2008








gong endir






‘... et venit
mihi quaedam admirabilis res,
quae a nullo istorum etiam inferiorum elementorum subiugatur.
Nam si semper staret ad
ignem, nunquam combureretur, et nunquam transmutaretur.’

Tomas Aquinas



‘… But could a flame ever burn for a match and a stick?’

Tim Burton











Poder Judicial ordenó liberación de Melissa Patiño

http://www.peru21.com/p21online/Html/2008-05-08/onp2portada0890761.html

miércoles, mayo 07, 2008








'se necesita terrorista (con o sin experiencia)'





Este no es un aviso político contratado, tampoco una apología del terrorismo o sólo un pedido de liberación para Melissa Patiño. Es, más bien, un llamado de alerta dirigido en especial a los más jóvenes:




La inocencia no es un pecado, mucho menos un delito, pero cuando persiste en el espíritu hasta pasados los dieciocho años, se transforma en ignoracia; y la ignorancia, en una realidad como la nuestra, es un pecado capital. Se tipifica de pronto como 'delito' en casos particulares, como el de Melissa.




Conocí a Melissa en el patio de la Casona San Marcos, después de un recital de poesía. No hablamos, quizá sólo un saludo. Éramos un grupo de amigos -en realidad varios grupos, entre invitados y público en general- y planeábamos a dónde ir. La noche de Lima es definitivamente uno de los mejores atractivos de la capital, eso lo sabían los invitados, el País Imaginario; estaban Héctor Hernández de Chile, Alan Mills de Guatemala, Ernesto Carrión de Ecuador, Manuel Barrios de Uruguay, entre escritores nacionales... ¿Barranco o el jirón Quilca? La bohemia limeña tiene más de un centro, quizás el Queirolo... o el malecón.




Vi a Melissa en esa oportunidad, no me pareció el tipo de adolescente que complota contra el Estado. Quizá más bien una niña tímida, un tanto risueña y distraída, como podría haber sido la 'Chichi' Valenzuela en su juventud, digamos, o alguno de nuestros hijos, que a esta hora está fuera de casa, reconociendo el mundo con sus amigos.




Por eso es risible el hecho, a nivel político, de que Melissa permanezca aún en la cárcel, haciendo MEA CULPA por otros que deberían estar en su lugar, sobre todo en una realidad donde la violencia y la injusticia del día a día, en las calles, en los hogares, en las instituciones, se ha transformado en el verdadero terrorismo, un terrorismo de Estado que ve en sus hijos -los más nobles- a potenciales enemigos.




El caso Melissa Patiño debe ponernos en alerta, deja entrever profundos vacíos y graves contradicciones en los discursos, tanto del Estado actual como de cierto sector del Periodismo, supuestamente de 'credibilidad', porque para ellos, un joven que lee, sea a Marx o a Darwin, es un 'comunista en potencia'. Debe ponernos en alerta el hecho de que en un país donde los jóvenes no leen ni la mitad de una revista al año, estos dos grandes poderes se den el lujo de perseguir a los que sí y más aún cuando no tienen titulares para sus columnas u 'ovejas negras' con quiénes distraer de la ineficiencia ofensiva con que 'protegen' el estado de derecho y administran los beneficios del 'rebaño'.




Quien conoce a Melissa lo puede afirmar. No podemos dar continuidad a la ingenuidad sistematizada del rebaño. Es necesario fortalecer el espíritu con los anhelos individuales y comunes más puros y luchar por ellos aunque nos cueste el último aliento.