el telar de la memoria/el vestido de los dioses

en la génesis del mundo le nacieron pétalos a los luceros
que fueron nuestros ojos bramando contra la niebla
mudamos de plumaje acostados en el jardín
contiguo de nuestra habitación
hasta convertirnos en dos constelaciones
y sin quererlo
despejamos el camino de los corazones
que buscan eternamente ser inmortales
en la matriz de la memoria
sin encontrarse
cuando finalmente el mundo real ha terminado
y el universo real es el infinito.