domingo, mayo 18, 2008







the dream is over





Hace un momento hablaba con un amigo, un individuo un tanto extraño, oscuridad y luz a la vez, aunque luz distorsionada, que no hace sino referirse a una cierta verdad -un discurso- de cierto grupo de 'iluminados' instituídos (¡oh, 'locos de Dios'!) que lo eligieron como su discípulo, dada su 'nobleza' moral e intelectual para continuar a través de él su verdad -finalmente- absoluta, pues bien es cierto que el maestro escoge al discípulo, que la verdad se revela a unos pocos elegidos, que el universo complota en favor nuestro, no lo olvides, que yo solo podría haber redactado todos los libros de Paulo Coelho, ¿no es cierto, no es cierto?



Ese breve, pero extenuante encuentro (pues siempre es para lo mismo, para restregar su iluminación y su dios en mis anteojos, nunca para un 'te deseo suerte, amigo' sincero) me evocó el título de la última publicación de Álvaro Vargas-Llosa, 'El regreso del idiota', aunque agregando el adjetivo 'eterno' al sustantivo 'idiota' (sin alusión al tratado de Mircea Eliade*), para evidenciar el background político de la fe ciega o la creencia mística.
.


Max Heindel, dijo una vez Una persona se apodera con avidez de cualquier nuevo esfuerzo filosófico tratando de ver en qué proporción sostiene sus propias ideas. Para tal persona la filosofía en sí misma es de poca importancia. Tendrá valor si vindica sus propias ideas. Si la obra satisface sus esperanzas en ese respecto, la adoptará entusiastamente y se adherirá a ella con el más irrazonable partidismo; si no, probablemente arrojará el libro con disgusto, como si el autor le hubiera hecho una injuria personal.
.


Y precisamente, ese tipo de persona -intolerante, cínica y prejuiciosa-, se ha mantenido desde la edad media hasta nuestros días, bajo diferentes nombres y apariencias, tanto en recintos virtuales como históricos, buscando qué armonía destruir, qué página boicotear o a qué mujer hacer llorar. Porque en el fondo no es una mente filosófica ni científica la que desdeña alguna forma de expresión, sino más bien un alguien buscando restituir un estado perdido o arrebatado en el 'principio' o génesis de su psique desconcertada, como Silvio Rodríguez en su canción El Unicornio, pero sin el caracter moral de su personaje, claro, sino más bien con el perfil maquiavélico de un perfecto idiota latinoamericano.




Le comenté que escribiría algo sobre Babe I love your way, y se burló. Le conté que encontré una lectura diferente, después mucho tiempo, en esta canción, y se burló.




En verdad prefiero la jalea lennonista de Frampton a la hiel surrealista de Floyd. ¿We dont need no education? Adefesio, Floyd no puede ser el mejor grupo del mundo porque compuso la peor canción del mundo.
.

.

I can see the sunshine in your eyes. ¿Qué mejor mantra que esta sola frase?

La nostalgia no da tregua, no esta noche.



_______________________________

(*) El mito del Eterno Retorno

1 Comentarios:

Blogger N.K dijo...

bien dicho!, y me quedo con tu cita de Heindel, a usarse cotidianamente...
saludos!

11:05 p. m.  

Publicar un comentario

Suscribirse a Comentarios de la entrada [Atom]

<< Página Principal