viernes, agosto 31, 2007




Art Poéttique



Qué delicia el spaghetti que preparamos el último jueves. Gastón Acurio habría muerto de la envidia antes de aceptar que alguien cocina mejor, y ése es otro peruano: Maurizio Medo. Allan Mills aderezó con una salsa de huacamole -la palta- de nivel internacional, que equilibró el sabor de la salsa de tomate. El resultado final fue óptimo -se estimaba-: seis agujeros negros, digo, estómagos satisfechos.
Manuel Barrios y Amalia Gieschen llegaron luego... pero igual, seguro imaginaron el sabor.
Jorge Hurtado reposaba en la habitación mutua con una sonrisa de infinita satisfación. Ernesto Carrión, con quien dialogamos y llegamos hasta no sé qué tiempo y espacio, lucía profundamente conmovido por los sabores y devenires mientras deglutíamos los últimos fideos. Héctor Montecinos (con quien compartimos pasión por la musique) restableció sus energías porque presentaría dos libros esa misma noche. Confieso que no intervine en el aderezo, pero igual, lo disfruté un montón.
Acabo de llegar a Truxillo, regresé raudo a hacer lo que mejor sabemos hacer los poetas: escribir y anhelar.
Amigos: yo también los he extrañado, pero nos volveremos a ver muchas otras veces en el tiempo de otra tierra.
(Héctor, ¿se te ocurre alguna canción? A mí algunas de Fito: Tatuaje falso, Gente sin Swing y, por oposición, Creo y Brillante sobre el mic).






jueves, agosto 23, 2007

Astral
Al amanecer
The drinks we drank last night
Ya no había rosa en el camino
Hace unos días se me ocurrió escribir sobre Mazzy Star. Intenté hacerlo, pero, como hoy, terminé desistiendo. Azure Ray, Cranes, Stellastarr y Starflyer 59 (entre otros) viven en mi reproductora. Son grupos insaciables, se alimentan de los rumores de la calle y a veces de la luz de las lucernas. El mundo desaparece cuando corre una canción, por ejemplo, de Camera Obscura.
Prefiero no profundizar mucho sobre rock, pero escuchar esa summa, al tiempo que desaparecía el mundo, me recordó el tiempo del Charly de Sui Generis. Por un lado, la complexión del sonido y la proligidad del concepto canción tras canción te dará lucidez, y por otro, ese mismo telar te arrullará y sobre tu almohada no opondrás resistencia al descenso. Si alguien recuerda y comparte la idea de que Charly es el primer Emo de la historia, por favor escribir a esta dirección. Sui bien podría encajar en la medida del Dream. Nick Cave y Lou Reed, de algún misterioso modo -pienso-, soñaron a Charly. Galaxie 500 es ya otra tierra. Me hace olvidar de pronto. El Dream es una forma de ser, y quizá también una cifra. No sé cuánto durará Mazzy Star sujeto a la ley de gravitación universal, pero transmigran la voz del teclado y el tañido de sus guitarras...

lunes, agosto 13, 2007


Arcanos almantes
Cintilan
Huyen a la entraña del bosque
Siete días para amarte
A refugiarse
En alguna cálida caverna
Ha sido así desde siempre
¿Has escuchado Seven days de Bob Dylan? Si no te conociera diría que la escuches... pero sé que ahora mismo la susurras mientras las buscas en la red.
Mi querido poeta, un mar de abrazos y un océano de besos de tu emocionada Elisa.
Ante todo, discúlpame por mi tardanza en escribirte, pero vivimos en tiempos agitados, en donde apenas tenemos tiempo para cultivar una amistad verdadera. Me has emocionado tanto..., tú has nacido para hacerme soñar. Tu forma de escribir está repleta de sensualidad; te puedo imaginar apoyado sobre un libro de páginas en blanco, haciendo un ademán de impaciencia por escribir tan rápido como puedas antes de que huyan esos maravillosos pensamientos que rebosan de tu mente. Estás sentado en un café, su ambiente es cálido y te agrada, y en el background suena una música que hacía tiempo no escuchabas; tan siquiera recuerdas su título, pero te deja un agradable sabor que contrasta con el gusto amargo de tu café.
Y allí, enfrente tuya, está una muchacha, casi escondida pero tan presente... Elisa es su nombre, y va todos los días para escucharte cantar. Se siente como narcotizada. Tu música es una droga fácil de encontrar pero difícil de olvidar. Pero todo es un sueño, el sueño de Elisa.
Escríbeme pronto.









sábado, agosto 11, 2007




Usa el vehículo de los príncipes
Ordenó la voz
El carruaje detenido en la calle de los nimbos
Te llevará a la estrella

Era tiempo de los mares

Él y su Lenguaje

Sucedieron

el imperio

Precedieron

el Ocaso

Luna y ónix eran la misma cosa

Por habitaciones y pétalos de la Rosa
Frente al mar
A una cierta Luna creciente
Encendimos un velero por el último sol
Extinguiéndose en el mar

Los astros derramaron licor sobre la Cúpula Oscura
Y dibujaron un rostro en la orilla
Sin tener en cuenta el Mensaje de la tumbas
Ni los Rostros Vicarios de la sombra

Ella subió a la azotea de su casa y vio a la aurora esperar

Desde siempre


Las grietas de la ciudad curándose
El tiempo detenido en la ventana de su alcoba
Luceros y pulsares mirándola

Y la pluma de un ángel de hierro

En el camino

Vacía de su Seno el Cosmos
Y bebe la noche por el talle

El Alba

El camino es perfecto y placentero el aroma de Dios

Curvatura de la Luz

miércoles, agosto 01, 2007

After the labyrinth
o las puertas del corazón



As the world falls down es una canción de otro mundo. Es la principal del soundtrack de 'Labyrinth', una película basada en la fauna onírica de Bruegel y Bosch, donde David Bowie, vestido de cortesano, acecha a la princesa del cuento, Jennifer Connelly, en el dancehall de un sueño de carnaval veneciano.
La canción es ligeramente cursi para nuestro tiempo, pero el conjunto, un soundtrack de imágenes y palabras, es sin duda hasta el día de hoy, el último romantique de la historia.

Sara (Jennifer Connely) busca salir del laberinto del rey hechicero gnomo (Bowie) para salvar a su hermano, pero en todo momento la ingerencia mágica de éste se lo impide. A pesar de eso, ella logra salir, comprendiendo, además del enigma del laberinto, el sentido del mundo.

No sé si la princesa, después de la última escena, continúa bailando hasta que, en la mañana del día siguiente, olvida y desaparece en la vorágine de un día más, o si, por el contrario, al mirar su reflejo en el espejo del tocador, entiende el símbolo: su corazón es el laberinto y, como él, tiene varias alternativas. Ella entiende perfectamente todo esto. Tiene una sola salida: regresar, porque su destino y la salida del laberinto son uno.