lunes, octubre 24, 2011









aliviana








Quise conocer el amor entendiendo que debía buscar en el infinito. Entonces vine capacitada para conquistarlo. Pero al asumir mi condición humana –sintiendo por vez primera la necesidad del ego– cuestioné el orden establecido. ¿Qué buscamos si nada hemos perdido? Como penitencia por mi soberbia fe ciega la nada me crece en progresiones astronúmenes. Excepto cuando una esfera se cierra, se me concede cognocer la estructura de cohesión áurea, cuantificar entre mis brazos.









0 Comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Comentarios de la entrada [Atom]

<< Página Principal