




Deva
Usa el vehículo de los príncipes
Ordenó la voz
El carruaje detenido en la calle de los nimbos
Te llevará a la estrella
Era tiempo de los mares
Él y su Lenguaje
Sucedieron
el imperio
Precedieron
el Ocaso
Luna y ónix eran la misma cosa
Por habitaciones y pétalos de la Rosa
Frente al mar
A una cierta Luna creciente
Encendimos un velero por el último sol
Extinguiéndose en el mar
Los astros derramaron licor sobre la Cúpula Oscura
Y dibujaron un rostro en la orilla
Sin tener en cuenta el Mensaje de la tumbas
Ni los Rostros Vicarios de la sombra
Ella subió a la azotea de su casa y vio a la aurora esperar
Desde siempre
Las grietas de la ciudad curándose
El tiempo detenido en la ventana de su alcoba
Luceros y pulsares mirándola
Y la pluma de un ángel de hierro
En el camino
Vacía de su Seno el Cosmos
Y bebe la noche por el talle
El Alba
El camino es perfecto y placentero el aroma de Dios
Curvatura de la Luz
After the labyrinth
o las puertas del corazón
Sara (Jennifer Connely) busca salir del laberinto del rey hechicero gnomo (Bowie) para salvar a su hermano, pero en todo momento la ingerencia mágica de éste se lo impide. A pesar de eso, ella logra salir, comprendiendo, además del enigma del laberinto, el sentido del mundo.
No sé si la princesa, después de la última escena, continúa bailando hasta que, en la mañana del día siguiente, olvida y desaparece en la vorágine de un día más, o si, por el contrario, al mirar su reflejo en el espejo del tocador, entiende el símbolo: su corazón es el laberinto y, como él, tiene varias alternativas. Ella entiende perfectamente todo esto. Tiene una sola salida: regresar, porque su destino y la salida del laberinto son uno.