La tierra del genio y su musa

Al final de sendero

Bajo la auroras boreales
Y las esferas

En su valle

La pía sombra del victorioso
Cirnió las aguas

Nada me vinculaba con el tiempo
Sentía frío y tenía un hueco en el estómago
Y fue dada mi última visión
Ese frío calándome los huesos
No era el pedestre y mortal que creemos padecer
Era un frío pétreo
Nocturno
De metal
Infinito
Y el boquete en mi estómago
No era sólo de hambre