
warfare
Ginsberg resiste
En el ánima lóbrega de la ciudad
......Sostiene su canto
Que despierta
......Con el hálito germinal de la mañana

En algún lugar –lo sé–
En habitaciones oficinas debajo de los markets
Reverbera la lucerna arborescente de sus melodías

Llevo todas en mi reproductor

......Me recuerdan la belleza del poeta
......Irreverente que dibujaba corazones
......Estridentes en el epílogo de los libros
......De introducción a la metodología

Recuerdo me alegraban los poetas petimetres
Cartesianos
Y aburridos

Pero nunca los críticos celosos
Ni las reinas de belleza sin belleza

Escucho el rumor de otra ciudad
En el pulsar de las avenidas
Bajo un mismo cielo

......La mano arpegia la gotera
......En escaparates
......A lo largo de la calavera
......Bajo la carga de la noche

La amarga tranquilidad del poeta
Se desprende
Y se marchita

......Me cobija finalmente la tibieza de los astros
......Finalmente
......Me cobija la tibieza de los astros

Y desaparezco en el témpano de audio del concierto
O desconcierto

A solas
......En los mapas que dejan atrás nuestros zapatos
......En los muñones de los maniquíes.