los perros grises ladran a la esparcida escarcha del averno
con ojos dilatados como heridas sienten dolor
hasta perder el sentido y todo contacto
con el sistema nervioso
central

sus voces
como turbios relámpagos
reverberan en la cánida testuz
hasta producir el maravilloso olvido
y la corriente los esparce
ya sin oponer resistencia la velocidad los guía
contra muros y gallinas

los golpes sacuden sus oídos
como estelas de papel corriente
se deshacen
en átomos se integran al vapor
de las cloacas
a la farola de luz que ilumina
el rito de dos jóvenes amantes tocándose por vez primera
bajo una marea de agua diminuta
espagírica

se sumergen en atávicas melodías
más bajo aún de la clandestinidad

cuando se toca el cielo
no corresponde el devenir sensorial de los hombres y mujeres pedestres

la freza caprichosa en el fondo del reflejo se volatiliza
la luz blanca se desnuda
y desvela calaveras de turquesas/ de ciudades/de metrópolis
tu cuerpo
distorsiona el espectro de la tierra
ofertorio ceremonia celebración
azogue de lunáticos
el dios lebrel aúlla a trasluz
todo se corrompe
el círculo de transformación
las palabras
y la lluvia
sofocan mi sed en atracaderos imaginarios
el olor de las heridas les excita
el maravilloso olvido
oh, sí
el maravilloso olvido cura todo
cuando te entregas
la mordida más profundo placer es
de ser carne tarascada
de carnero
mientras sirve de alimento
penetrada.
1 Comentarios:
Te auguro una gran trayectoria ...
sera tan bello como todo lo que escribes ..
bess...cuidate....Aura
Publicar un comentario
Suscribirse a Comentarios de la entrada [Atom]
<< Página Principal