domingo, diciembre 20, 2009







misa punk






Recuerdo ahora una performance de David Novoa. Era un día de primavera del 2004, a punto de 8 de la noche en la Campiña; bajaba David de alguna parte de Cerro Blanco a integrarse a una ceremonia de la comunidad. Quizá venía de sampedrear. Vestía una túnica de monje franciscano, y a la luz de una pira, dedicó un poema al fuego.











Ha pasado buen tiempo desde entonces. Por aquellos días ya se evidenciaba una transformación sustancial en la poesía davidiana: su soporte cambió de la Tradición Escrita a la Tradición Oral, que predominó por mucho tiempo en las culturas andinas, aunque el tema de David no es precisamente la tensión entre costa y ande sino él mismo, su humanismo mágico, alucinado.












David ahora cura una serie de recitales de poesía los miércoles en el Chaska. Sobre una de las performances David escribió lo siguente, mencionando la obra de dos poetas fenomenales, que considero realmente ameritan mencionarse...

"... al toque del clarín, salvando al estro poético y concitando la atención del respetable, apareció el fresco Lucho Cabrera Vigo con sus poemas al amor salvajemente platónico, a las noches en desvarío oliendo el aroma de una flor, solitario en su cuarto. Cantaba así: Todas las gaviotas/ que dormían su sueño bajo mi piel/ han despertado al conjuro de tu caricia. Verso tras verso, el poeta Pasifae fue dibujando delicadamente su existencia con el pincel de las palabras. Y aquí estoy/ voceando mis versos en las plazas/ arrastrando mi lengua por calles polvorientas/ hasta el inexistente país de tus piernas sangrientas. Salva de aplausos..."












"la miríada de flashes y los suspiros de las doncellas preludiaron la aparición, rosa en el cabello, pantalón al tubo, de Jorge Hurtado, el poeta de la Decadencia, el amante frugal de la centella, el antropófago autófago. Su talento no se hizo esperar: La Creación/ era un mar energético de infinitas expresiones. Entró fuerte el Gudi. ¡Estoy de vuelta Madre! Busco la arena/ el mar/ vengo de la gran ciudad/ Vengo/ fatigado/ asqueado/ perdido entre multitudes que caminan sin rumbo./ Estoy de vuelta!/ Confuso/ y prodigioso/ y me extiendo en la arena/ descalzándome/ para que tus manos reconozcan y restauren nuestro lazo de luz/ He vuelto Madre/ caminando calato/ por la Plaza de Armas. Deleitoso poema de Óxido, su hasta ahora única publicación. Y continuó con unos misteriosos textos sampedreros: Búscame a espacio abierto/ en el llano/ en el mar/ en el aire/ y sobre todo en desiertos donde mora el cactus/ guardando en ánfora de espinas nuestro oro/ con voz inconcebible hablando sus tesoros. Magníficos versos, rozados por el ala del ángel, pero de una lectura fatal, paporretera, ineficiente. Y así: de falta de vocalización y de poderío expresivo careció la segunda noche poética. Gudi arrojó su rosa a una jauría de furias bacantes..."






2 Comentarios:

Blogger ... dijo...

algo no me cuadra acerca de los comentarios o crónica de dnovoa. o consume drogas muy fuertes o el aburrimiento le hace escribir estupideces para divertirse, así sea con amor.
jh

10:34 p. m.  
Blogger CÉSAR CASTILLO GARCÍA dijo...

cada uno tiene su estilo, no? a veces leo los seusudos comentarios sobre arte en las principales revistas y diarios de nuestra ciudad, y la verdad me deprimo y aburro tremendamente. quizá porque se trata de las vedettes de la cultura y el buen escribir. la verdad, aunque preferiría mejor leer a un dnovoa más sobrio e incisivo, con diferentes músicas o melodías, me gusta este estilo porque me divierte igual que a él le divierte escribir como adolescente. publiqué el post en homenaje de los poetas mentados.

11:30 p. m.  

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