*םמאל

Durante el diálogo con el arcángel hizo memoria de verdades que le obligaron a llorar como un niño. Le mostró una lóbrega escultura colocada en un remoto lugar del planeta de cara hacia el infinito. Una faz semejante a la de las esfinges, sólo que de mayor tamaño, la que le causó pavor reverente. Era el rostro del querubín. Le mostró una ciudad con tetraedros magníficos, dos pares de pirámides de gran tamaño, aproximadamente de ochocientos metros de alto por tres kilómetros de alto. Mikail, vestido de lino limpio y blanco apareció con un tintero y una caña de medir. Le ordenó al venerable medir y así fue ejecutada la orden. Quedó tan atónito como horrorizado pues él sabía muy bien que la Gran Pirámide egipcia a lo sumo llegaba a 144 metros de alto faltándole la piedra angular o vértice “piramidión” que fue rechazada por los constructores por motivos que no me son posibles revelar. Le dijo que infelizmente durante décadas se enfrentó al adversario, cuyo nombre en su lengua se escribía םמאל , el jefe de los opositores, llamado ‘opositor’, a secas.





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(*) Fragmento de texto sobre sueños y pesadillas apocalípticas