Cuando éramos niños

Jugábamos a lo que más nos gustaba ........... olvidar





















Escondidos en el hálito platónico de los corredores

De los centros comerciales

Dedicamos un beso

A la guirnalda taciturna y vacilante de las avenidas




















Abrazamos el impulso inexorable del espíritu más antiguo de la tierra

Sin dudar

Libres de las calles serpentínicas de los versos



















.


El mundo yace con el canto fascinante de los cornos

Tu palabra

Con el roce de los astros en la bestia de los cuerpos



















Trémulos indefensos éramos jugando a ser amantes

En las calles impacientes del olvido



















Desalada carabela suspendida en la gruta de mi dorso cintilante

Renaciste

A través de la inocente diadema del contacto




















Tus ojos reflejaban la inusitada tangente del retorno de los verbos

Y mi espalda

Ramalazos ahogados de tus manos





















Y viajamos a través del espinazo de la noche

Con la radio del Fiat encendida

Sin alas

Ni sentido del tiempo.