domingo, junio 21, 2009








firefly





Surcó la estela de Luzbel
el ángel que voló al Sol
Radiante y devastador













En el templo sombrío perpetuó
La imagen del dios
Que aquí reposa
Cansado y afligido













Se dice que vio en el Cielo mantarrayas cruzar hacia Él












Ascendió a las profundidades de Dios
Y sobre nubes negras esperó
Que Lux vuelva a ejercer el Poder en Sus alturas













Apaga la fogata Descansa tu mirada y Piérdete vasto eterno














Corazón de los mundos















Inmemorial Arquetipo
Del Sol mezclándose con mis manos













Milagro













Transformándose en Nombres













Juguetes
Altares













Mi casa.













Maravillosa maquinaria de hacer Soles.


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(*) De Los nombres del agua (2005). Cuando leí la version final de este poema tenía para mí una interpretación distinta a la de ahora. Luego, cuando leí la primera copia del libro que saldría en circulación, me sorprendieron otras imágenes del mismo poema. Hoy, después de haberlo leído por última vez, le siento otro semblante, distinto al de otros años. No estoy seguro si soñé todas las posibilidades de lectura que contiene e interpreta el poema en este momento, pues en la vigilia siempre se impone una sola. Lo he posteado anteriormente pero con otras imágenes, de hecho sería imposible interpretar del mismo modo cada vez que se relee. Alberto Alarcón escribió lo siguiente sobre el conjunto que incluye el presente poema: 'La palabra designa, otorga un signo, es la marca de la luz en el horror negro del universo. También es el reverso de la luz, el primer chasquido con el que comienzan las llamaradas de la duda y la certidumbre. El poeta, que es la única voz que no tiene origen, es el llamado a invocar el primer resplandor y conducirnos, bajo su claridad, por el laberinto de los seres y las cosas, nombrándolos, sacándolos de las tinieblas al conjuro de las palabras. Y lo primero que nombra es el agua. Pero sobreviene el desvarío y la revelación porque el agua es al mismo tiempo el amor, la muerte, la angustia, la vida, el espejo y el azogue que nos refleja y nos niega cada día. He aquí un poeta. He aquí los nombres del agua'. Sus palabras son el poema final. En esta oportunidad, con detalles del mural de las Huacas del Sol y de la Luna llamado 'La rebelión de los artefactos'.







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