jueves, noviembre 13, 2008







hola,





te escribo desde una banquita en el muelle. quería compartirte el maravilloso paisaje que ahora mismo contemplo, por eso vine. procuraré transmitirte la imagen visual y la sensación fisiológica que me produce verlo. llegué hace pocos minutos con un grupo de amigos que arribaron de lima a pasar unos días de solaz. la última vez que hablamos en espacio/tiempo real prometí recibirlos. y bueno, ya estamos instalados y disfrutando lo que resta del día aquí, en el malecón de Huanchaco. llegaron hoy, justo cuando pretendía mudarme unos días afuera de la ciudad. no pudieron ser mejor oportunos: ellos, el clima y la circunstancia me leyeron anímicamente. estamos ahora en un bar cercano al muelle. hemos pedido una botella de pisco, sal, limón y un piqueo sólo para comenzar... la noche aún es virgen. hay saudade y euforia en cantidades astronómicas. por cierto, aprendí a inducirme a un estado pleno y duradero de embriaguez sin necesidad de ingerir una décima de licor. ¿sabes qué es la autofagia? es la explicación. te contaré la técnica pronto. será lo primero que haremos.





en fin… salí, como te dije, a escribirte y detallarte este momento. imposible hacerlo estando ellos cerca. son casi las 8:00 p.m. y desde aquí puedo ver cómo asciende desde el horizonte azul eléctrico una luna anaranjada plena, enorme y fabulosa como un niño recién nacido.


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