domingo, setiembre 28, 2008







puntoaparte





'Dos elementos prevalecen en mí: el agua y el fuego', susurraste. No obstante, el agua se impone finalmente sobre el fuego.
.
En aquella oportunidad, recuerdo, hablaba con algunos amigos, categorizábamos los derrières de las 'recién llegaditas', digamos, como lo habría hecho el joven Darwin, o cualquier otro académico en una reunión de jóvenes y alegres académicos. Reseteábamos la mente, eso hacíamos. De pronto apareciste, por primera vez. No dije nada, lo puedo jurar. 'Oh, algunas nacen reinas, no necesitan corona', musité mientras seguía con la mirada tu andar. Algo comentaron por ahí, pero no recuerdo qué. Eran las expresiones de tu rostro lo que me distrajo. '¿Qué podría tener en común un chico como yo y una chica destinada a ser eternamente-bella-bella?






Mientras te observaba discurrir silenciosa, lucirte sin el mínimo disfuerzo, te imaginé el tipo de niña sui generis: en ocasiones distraída y melancólica, algo-rarita y crazy, que disfrutaba de hacerse la interesante en los lugares menos interesantes. Vaya sorpresa fuiste en ese momento. De pronto te acercaste y, en actitud serena y frontal, simplemente te posaste frente a mí. El final del relato lo conoces bien: aprendí a interpretar la sintaxis de tus expresiones como si de leer un texto o escuchar tu voz-en-off amplificada se tratara. Entendí, es decir, no sólo tu lenguaje, sino que podías ser desde un río sosegado, melódico, espontáneo, hasta una hoguera de mujer, fragorosa, full of emotion. 'Tu cuerpo está con frecuencia en alta temperatura, como si padecieras una fiebre permanente, es inexplicable, pero tus palabras se sienten como una corriente de aire fresco, realmente tranquilizante contraste…', me dijiste en una oportunidad y yo te dediqué un acorde en Mi.

Hay muchas cosas que necesito recapitular, pero quizá es mejor dejarlo al azar. Quizá lo nuestro es permanecer soñando, imaginando que hombre y mujer pueden conciliar sus diferencias antediluvianas en un abrir y cerrar de ojos.









En mi cabeza hay un ecran imaginario. En él se proyecta cada cierto tiempo tu gran sonrisa, arcoiris de agua hacia fuego y viceversa. En tus hoyuelos uno se podría perder como el astronauta de 2001: A Space Odyssey, en un ecran 3D, con el background de una balada de los B. Boys.







Hoy te escribo mientras comienza el crepúsculo. Son exactamente las seis de la tarde, y el clima está cálido y salpicado por brisas refrescantes que se combinan con mi cabellera incendiándose.

2 Comentarios:

Anonymous Anónimo dijo...

Aquí estoy, pobre retrasado mental. A ver, localízame "vía GPS", jajaja. Encima de idiota, ignorante. Que lástima y que asco das. Por eso todo el mundo en la upn sabemos que te dieron el título por lástima, por eso te botaron, por incompente y por enfermo.

A ver pues, maricón conchatumadre, ven búscame. Espero que no te cambies de vereda, ni agaches la cabeza cada vez nos encontramos como siempre lo haces, rosquete chupapingas. Soy yo quien te va a sacar la conchatumadre, negro retrasado mental. Así que cuídate hijo de perra.

Ah, y no seas conchudo que el pervertidito eres tú. O crees que nadie sabe que le chupas la pinga a todos tus amigos???

A ver, si eres tan valiente publica este comentario, rosquete conchatumadre.

nos vemos ;)

10:54 p. m.  
Blogger Novia Urbana dijo...

FELIZ CUMPLE CESAR!:)
un abrazo

7:21 p. m.  

Publicar un comentario

Suscribirse a Comentarios de la entrada [Atom]

<< Página Principal