viernes, setiembre 26, 2008




parihuanas



'... soy Billy
The Kid
Y como voy
Herido por la
Espalda he
Dejado a mi
Amor, que no
Me espera
Porque el tiempo
Es breve; pero
Me ama.
(Fragmento de Chanson d'amour, de Luis Hernández)



Alguna vez comenté que adoro el deporte, en cualquiera de sus formas. No sólo practicarlo, sino también verlo, en especial el fútbol. Y por eso siempre estoy al tanto del juego de mi selección, y me emociona su estética tanto como me emociona un poema de Luis Hernández. En verdad, digo, no hay ninguna selección en el mundo con las características estéticas de la selección peruana de fútbol, que bien o mal -y por 'n' motivos- representan o representaron sus jugadores, alegrándonos hasta las lágrimas o rompiéndonos el corazón de pura tristeza e impotencia. Sin embargo, por el esfuerzo de sus referentes, estoy to-tal-men-te seguro, merecerá la Copa del Mundo. Tarde-o-temprano.




Hay dos tipos de jugares peruanos: los 'tucos' –en algunos casos los mal denominados 'extranjeros'- y los 'recontratucos' -ofertorio y celebración: verdaderos guerreros en la cancha-. Entre ambos paradigmas de atleta prefiero a los recontratucos porque hacen lo que haría cualquier peruano misio si le dieran la oportunidad única en su vida de vestir la casaquilla que soñó alguna vez el héroe-santo José De San Martín. En poco juegan en Bolivia, no se olviden, y me dirijo a todos los que jugaron contra los nobles hermanos argentinos. No se olviden, digo, que cierto sector idiotizado de la prensa peruana ya divulgó con mucha anticipación la estrategia del 'Chemo'. Sé que en físico no nos van a ganar, porque ustedes van a luchar como animales hambrientos y heridos. Pero deben tener en cuenta algo: los bolivianos a través de la historia han demostrado ser 'superinteligentes' y especialmente 'leales' sobre todo con sus vecinos 'buenagente', los peruanos. Del Solar debe tener en cuenta que ni bien pisen el suelo boliviano les van a dar duro, con palo, piedras, huevos, calabazas, y de alma, con saña. Además, por la fisonomía de la cancha de juego los van a sorprender. Por eso, tengan en cuenta, muchachos, el desplazamiento del esférico, o, en todo caso, manden a alguien que vea los detalles del gramado. No se olviden, quiero ver su picardía, lo recontratucos que son. Quiero ver poesía.

2 Comentarios:

Blogger Oscar Pita Grandi dijo...

La única relación que veo entre los mundiales de futbol, la poesía y nuestra selección nacional, es que nuestra selección, para llegar a un Mundial, solo lo hará en un imaginario poético plagado de nostalgia y saudade.

Y verlos jugar es una complicada corrección de signos de puntuación sobre el gramado, no obstante algunas buenas frases que jamás alcanzan para nada.

Un abrazo, Chichocantropus Erectus Recontratuco.

1:08 p. m.  
Blogger CÉSAR CASTILLO GARCÍA dijo...

Bueno, puede ser... de lo que sí estoy seguro es que cualquier cosa puede pasar en cualquier momento. Sostengo la tesis de que todo lo que imaginamos o pensamos o deseamos no son gaseosas sustancias, sino hechos concretos que han pasado o están pasando, sólo que no los recordamos. Dicho en castelloano: recapitulamos todo el tiempo la existencia. De hecho, para mí, Perú ya ha ganado la Copa del Mundo.

1:14 p. m.  

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