miércoles, junio 04, 2008








la gesta del guerrero





'... Tus pies transitan/Abriendo huellas indelebles/Donde puede leerse la historia del mundo/Y el porvenir del universo/Y ese ligarse luminoso de mi vida/A tu existencia
César Moro





José Gabriel Condorcanqui sufrió más que Jesucristo, entendió Romualdo mucho antes de que Mel Gibson concibiese rodar un film sobre la pasión más grande de todas. Inmortalizó la gesta del noble mestizo incásico en un poema que las olas del olvido difícilmente podrían borrar incluso si quemáramos sus libros, porque la voz del poeta puede escribirse en piedra, y lo escrito durar lo que una piedra roturada.


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Romualdo, al escribir el poema, tomó en cuenta lo que muy pocos cronistas de la historia: la percepción del tiempo circular, rasgo fundamental del pensamiento del hombre arcaico (1). La gesta del guerrero santo -sabía Romualdo- fue originalmente un mito del primer formativo pre-inca, que encontró continuidad con la rebelión de José Gabriel Condorcanqui. El avatar de abandonar la casa del padre para obtener la iluminación espiritual recorriendo los valles interandinos, para finalmente regresar y restaurar -por intermedio del sacrificio- una condición socio-política dorada (2), reverberaba aún en la memoria de la república de principios del siglo veinte, y ello lo advirtió el poeta, dando un nuevo hálito al mito La gesta del guerrero, ante la necesidad de un paradigma moral purificador (3).




Algunos mitos, como el mito de Vichama (4), adquieren el estatus de arquetipo porque persisten en la psique, atados como el ave fénix a la eterna repetición de su ciclo alegórico. En todas las mitologías, incluyendo las leyendas de la tradición oral andina, los héroes, custodios de los intereses humanos, descienden en orden genético desde el Sol para asegurar la continuidad del orden natural.




Eros, el dios griego del amor, por ejemplo, era en esencia un concepto, un ser inmaterial, sin expresión en el mundo físico visible (Platón lo evidencia así en las disertaciones de El Banquete). Pero la mente del hombre evoluciona y en el proceso aprende cómo concretar sus anhelos en el espacio físico visible. Por eso, la imagen de Cristo, en muchas de sus estaciones (5), representa a Eros, pero hecho carne, realizado.




En su fisonomía, todos los mitos comparten ciertos patrones estéticos, a través de las diferentes tradiciones. La gesta de Túpac Amaru, por ejemplo, corresponde a la tradición moche -y también a la mesoamericana- del rito del guerrero que se desangra y santifica restaurando el tiempo, dando continuidad al círculo de las existencias. Condorcanqui representa esa leyenda casi con la misma retórica con que los moches representaron sus ritos. Romualdo entrevió esa relación, por eso usó verbos en futuro perfecto.




La importancia de la leyenda de Túpac Amaru en la tradición andina, es tal que bien podría haber una imago de él oculta -o más bien, protegida- tras el velo de alguna liturgia católica o pública de los andes.



Mad Max sufrió más que Túpac Amaru II, pienso, y no sé si Romualdo vio el film que inmortalizó al actor y luego director Mel Gibson, pero atestiguar la tortura y el asesinato de los hijos y la esposa, y finalmente padecer varias formas de tortura defendiendo una causa justa, definitivamente supera a cualquier mortificación que pueda padecer un ser humano, incluso uno tan divino.


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(1) Léase El mito del eterno retorno, de Mircea Eliade.
(2) Esta misma trayectoria, la transitan Rama, Krishna, Jesús, Moisés, Pitágoras, entre otros, en el interior de sus leyendas. Léase la obra de Edouard Schurè, Los grandes iniciados.
(3) El poema se encuentra en el poemario Edición Extraordinaria de Alejandro Romualdo, publicado en 1958.
(4) http://shuichitravels.blogspot.com/2007/06/el-mito-de-vichama.html
(5) 'Mi mandamiento es que os améis unos a otros, como Yo os he amado' (Juan 15: 12).
Nota: El autor de las pinturas al óleo que se interpolan con el texto es Beksinski, contemporáneo de Romualdo, quien -por cierto- fue hallado muerto exactamente de la misma manera que el autor de Canto Coral a Túpac Amaru.


4 Comentarios:

Blogger George dijo...

mientras leo, te digo algo.... me esyo robando tus imágenes !!

7:32 p. m.  
Blogger George dijo...

Ya leí.
Los mitos tienen ese aire místico que los hacen extraordinarios, los héroes mueres en cumpliento de sus deberes aun sabiendo que hay batallas perdidas, los héroes máritres no piensan en ellos mismso, los mueve un sentido de deber alto que los hace perseverar con sus ideales.
Mad Max, también es un héroe antagónico.
De chibolo quise ser como él.

7:39 p. m.  
Blogger CÉSAR CASTILLO GARCÍA dijo...

sí, hay batallas perdidas de antemano, pero también una estrategia definitiva para ganarlas todas ;)

9:08 p. m.  
Blogger CÉSAR CASTILLO GARCÍA dijo...

no recordaba a mad max hasta que comencé a desarrollar algunas ideas sobre teratología comparada (jeje), recordando a romualdo a causa de la triste noticia de su deceso... romualdo tiene mucho de mad max, escucharlo en un recital era como montar una harley y escuchar el traqueteo potente del motor en una carretera desierta

9:16 p. m.  

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