domingo, marzo 09, 2008




the warmth of the sun

Poco a poco el verano va desapareciendo. Extrañaré las tardes, ir a la playa en un Datsun del setenta escuchando los Beach Boys, las cervezas a las seis de la tarde en el muelle, la noche y lo distinto que se ve una tanga a las diez de la noche con la frescura de la luna en cuarto menguante. Gracias a Dios el tiempo es circular. Mi melancolía dura nueve meses, más o menos, pero con el obvio cambio de clima -que no sólo nos afecta a una porción del continente sino a todo el orbe-, ya ni la puedo calcular. El cambio de ángulo del giro axial del planeta acelera los latidos de mi corazón. Me confunde, desorienta. Seguro no soy el único.



Las noches de verano en Trujillo son mágicas. Cuando cursa el invierno parecen haber sido sólo un sueño. Pero no, realmente suceden, y es menester dejar registro de ellas. Trujillo se parece al bosque de las fábulas de Esopo cuando llega el verano. Y conforme avanza el invierno se va trocando en la poética de Tim Burton. Sólo un trujillano o alguien que ha estado en Huanchaco, en la antigua periferia y en el centro podría darme la razón: su corazón se llena de polvo en el invierno y se sonroja en primavera.


Trujillo es una uva pasa sumergida en licor. ¡Salut!

4 Comentarios:

Blogger N.K dijo...

adiós bello verano, playa luz, brillo y arreboles. adiós piel al viento, arenada, salada, dorada. adiós calor,sonrojo, sudor esmaltado; te vas verano, es hora del azul.
:)
coincido contigo amigo, un saludo blogero esmaltada por el calor residual!

10:35 p. m.  
Blogger N.K dijo...

:)

10:38 p. m.  
Blogger CÉSAR CASTILLO GARCÍA dijo...

querida profesora knesovich:

usted siempre me rompe el corazón, pero qué bien se siente!

10:52 p. m.  
Blogger CÉSAR CASTILLO GARCÍA dijo...

adios corazón bronceado por el corazón. hola cénit del reverso, de lo que los ojos de los hombres llaman noche. dream.

2:59 p. m.  

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