Aullido humano

Vi las mejores mentes de mi generación destruidas por la locura,

hambrientas histéricas desnudas,

arrastrándose por las calles de los negros al amanecer en busca de un colérico pinchazo,

hipsters con cabezas de ángel ardiendo por la antigua conexión celestial

con el estrellado dínamo de la maquinaria nocturna

Allen Ginsberg (fragmento de 'Aullido')

Hace mucho tiempo lei el extenso poema de Allen Gingsberg titulado 'Aullido'. Corría el año 1994 y Trujillo ya había dejado de ser la ciudad tranquila y solariega que describe su himno. 'Salve joven y heróica Trujillo', recita. Hoy todos los trujillanos jóvenes huyen, no como ratas, sino como lobos ancianos famélicos, antes talentos del valle, su valle.

No exagero. Esta nota es triste y rabiosa, pero real. La degeneración sistemática y definitiva destrucción de lo que antes se adivinaba como un reducto de sabiduría y avatar de desarrollo ya lo había entrevisto César Vallejo en su pensamiento filosófico. Aborrecía profundamente la futilidad del pensamiento de Haya de la Torre, y quizá por ello no le procupó sostener su amistad con el líder aprista.



Y es que los poetas pueden ver el futuro y también evitarlo. Al APRA le preocupa la inteligencia, quizá por ello César Vallejo estuvo en la cárcel, quizá por ello el Perú es un país sin un modelo pedagógico curricular, quizá por ello su sempiterna enemistad con la casta sapiente. Una revisión de la obra del poeta universal nos esclarecerá muchas dudas sobre el ajedréz político de nuestros días...



(Continuará)