Roturados están los mensajes,

los símbolos,

las claves que abren las jaulas de nuestra naturaleza

Si leemos a ojos cerrados,

atentos a sus resonancias,

podemos hallar las razones de la vida, y,

gracias a nuestra capacidad de síntesis,

acrisolar el discurso de la humanidad,

aquí, en el Corazón de los Mundos.

Los orígenes atraviesan el espacio expiando su eterna reproducción,

las cajas toman conciencia de su movimiento,

no hay tierra como nuestro lenguaje ni Rosa como la palabra escrita.

El trabajo de consagración del espacio será fascinación en ustedes

sólo si la asunción de la verdad se realizara en sus espíritus.

El prodigio se manifestaría en una sensación,

al experimentar la sensación de equilibrio y bienestar,

en forma de verbo, sonidos, corrientes.

Mientras el tiempo de alineación de los códigos completa nuestras estructuras,

silenciosamente,

mi corazón deja de palpitar,

exento de participar del ritmo de dioses extranjeros.

Y ustedes, cuando vean cerrarse las puertas,

descubrirán el profundo vacío y desolación que atavía con dulzura los rostros de los hombres y mujeres de los mundos de todos los tiempos.

Entenderán que no hay otro lugar dónde descansar,

dónde crecer,

dónde comenzar a quedarse solo.

Sólo las cúpulas gemelas de un sistema donde los amantes se disuelven en la exacta forma de la mentira,

bajo la blanca luminiscente esfera veladora de nuestro derrotero.